Bonito hotel en una tranquila localidad, más pensado para el turismo.En mi caso, viaje de negocios, paré a dormir de camino a Bilbao y la verdad que estuvo muy bien por la localización, tranquilidad de la zona.Las dos habitaciones del ático son espectaculares, totalmente recomendable con el Jacuzzi para ir en pareja o con niños.El parking del hotel bastante pequeño, sobretodo si llegues coincidiendo con horario de cena.El restaurante del hotel, normal. Buena calidad pero un poco justo de cantidades y de carta para el precio.El servicio fue amable, pero en mi caso tuvieron un fallo.El desayuno abre bastante tarde como a las 8:30 h. Lógicamente preparado para turismo, aun así me dijeron que alguien vendría a ponerme un café una hora antes y a entregarme la factura. Nadie lo hizo, pague el desayuno no se presentó nadie ni me dejaron nada preparado, tampoco la factura, es decir no cumplieron con su compromiso y me hicieron esperar 20 min.Suerte que hay una cafetería en frente.Creo que solo volvería si viniera por turismo, no está preparado para negocios.

Muy correcto, limpio y actualizado. Sitio tranquilo. Se encuentra muy fácil cuando llegas. Su restaurante tiene una carta limitada pero no está mal. Tiene terraza abierta y cerrada. Yo, volvería.

Bar con muy bonita decoración, buen personal pero la comida puede mejorar, lo más rico los finguers de pollo caseros caseros. Los fritos eran congelados y les faltaba un poco por dentro por hacerse. Los torreznos que pedimos hay que freírlos mejor, y las bravas eran caseras pero hay poca salsa y apenas pica era salsa de tomate natural sin más.